Cultivado en los valles del Himalaya, tiene el contenido más alto de nutrientes de todos los arroces; no contiene grasa, colesterol, sodio ni gluten (apto para celiacos).
Rico en vitaminas B, como B1, B3 y B6; así como B2, B5, B8 y B9, vitamina E, que funciona como un antioxidante y vitamina K, para la coagulación de la sangre.
El nutriente más beneficioso que se encuentra en el Basmati Integral es el manganeso, esencial para el metabolismo de las proteínas y los hidratos de carbono, y la regulación de su sistema nervioso. Y también es rico en magnesio, selenio, hierro, calcio, cobre, potasio y zinc.
El Basmati Integral es una buena fuente de carbohidratos complejos, que suministra energía para el cerebro y el sistema nervioso central.
Contiene los ocho aminoácidos esenciales, pero es bajo en lisina, por eso es bueno complementarlo con Judías Mung, para obtener una proteína completa.
Bajo en almidón, regula el sistema digestivo, modera los niveles de azúcar en sangre, fortalece el sistema nervioso, reduce el colesterol malo, previene la retención de líquidos y el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas.
El Basmati Integral proporciona el doble de fibra -14%- que el arroz blanco, mantiene el intestino sano, disminuye el riesgo de padecer cáncer de colon y evita el riesgo de diabetes que según estudio de la Universidad de Harvard tiene el arroz blanco.
Ayuda a corregir el sobrepeso, ya que acelera el metabolismo, lo que favorece la quema natural de grasa y calorías.